viernes, 10 de septiembre de 2010

Propiedades curativas de la sandia

LA SANDIA MEJORA LA CIRCULACIÓN.


Considerada como una de las reinas del verano, la sandía es la fruta que más nos refresca en esta etapa calurosa del año, pues su alto contenido de agua puede saciar nuestra sed de inmediato.
De piel lisa y verdosa, de apetecible carne dulce, jugosa y de color rojo con muchas pepitas negras, era considerada en la antigüedad la fruta madre (por su tamaño) capaz de limpiar el cuerpo y corregir cualquier enfermedad si se consumía sola mucho antes de las comidas. Su origen se remonta al sub continenle indio y su nombre deriva del , árabe sindiya: del país de Sind pero no fue sino hasta que españoles y portugueses llevaron su cultivo a Sud América para que se difundiera rápidamente y adquiriera un tamaño gigantesco. Aparte de aportar betacaroteno, vitamina C y ser rica en fibra, la sandía se caracteriza principalmente por que en su composición predomina el agua de manera increible. El 90% de la sandía es agua y a ello se agrega su pobrísimo contenido de carbohidratos y en sodio. Tanto así que cada 100 grs. de sandía aporta a nuestro organismo solamente 18 calorías. Cualidad que la hace muy aconsejable si uno desea dar inicio a un régimen de adelgazamiento. A pesar de ser digestiva, puede resultar indigesta si no se la combina correctamente. Por ejemplo, va bien con todas las frutas dulces, menos con el plátano, ni los cítricos: en ningún caso debe consumirse junto a menestras, verduras, carnes y aceites. Del mismo modo, no debe tomarse nunca después de las comidas, al menos en cantidades abundantes, pues puede provocar algunos transtornos digestivos. Lo más adecuado es consumirla como aperitivo mucho antes del almuerzo.
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